Los viajeros raramente se quedan en el pueblo Nuquí: la mayoría prefiere viajar 30 minutos hacia el sur de allí, donde se encuentran unas playas paradisíacas y filas de arboles de coco. El lunes por la mañana me despedí del equipo de Nuquí Mar Hotel, y más tarde me encontré en el muelle donde Elisabeth y Benjamín de La Joviseña vinieron a buscarme. De ahí partimos hacia la Isla Guachalito.
Guachalito, “la” playa en Nuquí
La Playa Guachalito está ubicada entre los pequeños pueblos de Jobí y Arusí. En los últimos veinte años aproximadamente, algunos colombianos (generalmente procedentes de Medellín) han venido a invertir en el área, comprando tierras costeras y construyendo pequeños alojamientos… esperando un futuro crecimiento turístico (que aún no ha sucedido).
El área merece su reputación. La playa, casi sin tocar aún, esta bordeada por manglares y selva en un lado, y por un puñado de calas rocosas aquí y allá, del otro lado. Es bastante seguro bañarse y nadar en esa área, y a veces hay algunas olas interesantes para dejar contentos a algunos surfeadores. Guachalito es realmente la foto perfecta de una postal, que con el siempre presente árbol de coco y su felicidad de cara al sudeste, promete magníficas puestas de sol!
La Joviseña, habitaciones para alquilar con 100% de sabor local
Elisabeth viene del pequeño pueblo vecino de Jobí (de donde proviene el nombre “La Joviseña”), y está casada con Benjamín, quien viene de la misma Playa Gualachito. Es difícil hacer nuestro negocio-pareja mas local que eso! Ellos se convirtieron en una de las primeras familias locales que incursionaron en el negocio de recibir viajeros; esto fue ya como veinte años atrás. Empezaron alquilando una habitación en su casa y, poco a poco, se lanzaron en la construcción de cabañas privadas así podían estar a solas una vez más, mientras que los visitantes recibían más comodidad.
Elisabeth y Bejamín fueron pioneros, no solo porque ellos recibieron al turismo, sino por la forma en que lo hicieron, respetando completamente la naturaleza que los rodea, y así promoviendo el turismo ético. La Joviseña está equipada con tanques sépticos, y sus seis cabañas fueron construidas usando madera de su mini plantación. La basura orgánica es convertida en abono y utilizada en el jardín todo-natural, el cual provee una gran parte de los ingredientes necesarios para la preparación de comidas basadas en un menú para una familia tipo.
Por su parte el hermano de Benjamín, quien es también su vecino, empezó a alquilar cabañas en la playa. Irma (la esposa del hermano de Elisabeth, quien también es el primo de Benjamín), trabaja en este momento en La Joviseña, y está planificando alquilar habitaciones por su cuenta en Jobí en un futuro cercano. Por el momento, está aprendiendo el negocio. Nuestra pareja pionera es por lo tanto un modelo e inspiración para todos para la familia y la comunidad, debido a su participación activa en producir desarrollo local. Invito a todos a que vean el video que postee en Hopineo así también pueden conocer a Elisabeth y Benjamín, y su lugar paradisíaco: La Joviseña, Guachalito, Chocó, Colombia.
Siempre profesional, incluso en la más paradisíaca de las playas
Había pasado dos días y dos noches en La Joviseña, lo que de hecho es una estadía bastante corta para mí para contarles todo sobre sus mejores prácticas, hacer videos y tomar fotos (tomando y editando fotos). Si me están siguiendo en mi página de Facebook (The Hospitality Tour), quizás- por buenas razones- tengan la impresión de que la estoy teniendo fácil del otro lado del océano, pero créanme cuando les digo esto, aún sentada en la playa más hermosa, no paro de trabajar!
Seguro, lo admito, ciertamente me tomo el tiempo para una buena siesta, y entre dos sesiones de trabajo, pico alguna deliciosa especialidad local, charlo con mi anfitrión y con los vecinos. Esto hace que las condiciones laborales sean más que placenteras, eso es cierto! Y esto me da la chance de poder conocer a los locales, de tomar el tiempo para intercambiar confianza, y vivir pequeños momentos de complicidad entre chicas, por ejemplo.
Hice una parada rápida en Nuquí, luego viajé a través de la costa norte hacia la aldea Jurubidá donde Carmen y Nohelia están esperándome (o no… jajaja… hay ocasiones en las que comunicación en el área tropical no es fácil!)
Traducido por Romina Amaya