Pasé una semana agradable en Belice entre la isla de Caye Caulker y la naturaleza salvaje de San Ignacio. Pero regresé para continuar con mi ruta, crucé del río Mopán, y aquí estoy en Guatemala. ¡He vuelto a hablar español de nuevo! Mi primera experiencia Guatemalteca en los dos hoteles Jaguar Inn, pertenecientes a Edmundo y su hermana Natalia: En Tikal, después en Santa Elena (justo en frente de la pequeña isla de Flores, en el lago Petén Itzá). El papá de Edmundo y Natalia era Guatemalteco y su mamá Inglesa, así que esto es una dulce transición hacia el habla hispana porque ambos son bilingües Inglés/Español (Natalia incluso habla francés, estudió un año en Montpellier). ¿Están listos para seguir pasos de arqueólogos conmigo en este súper famoso sitio Maya de Tikal?
En el corazón del parque nacional de Tikal
En los años sesenta la madre de Edmundo y sus cuatro hermanos, originarios de Inglaterra, van a Tikal al final de un grandioso viaje a través de América Latina. Ella se enamora de este pequeño pueblo, perdido en medio de la selva, con sus ruinas Mayas abandonadas durante mil años y sólo re-descubierto en 1840. Pero ella también se enamora de un hombre que se convertirá en el padre de Edmundo, un local de Guatemala. Es un proyecto de vida que está tomando forma. Juntos inauguran por primera vez un restaurante, posteriormente, ofrecen renta Cabañas a los arqueólogos que trabajan en el sitio. ¡El Hotel Jaguar Inn ha surgido!
Al principio solo se podía llegar al sitio vía aérea (existía un camino, pero era inaccesible). Entonces, el sitio fue clasificado como patrimonio mundial de la UNESCO en 1979 y un camino fue finalmente construido. Tikal es considerado hoy en día como la antigua capital del mundo Maya y se ha convertido en el principal atractivo turístico de Guatemala.
Pasé dos días mágicos ahí, fui bienvenida por Carlos, el director, y su fabuloso equipo de trabajo. Realmente me trataron bien: «arborismo» en la parte superior del dosel del bosque lluvioso, visita guiada a la zona arqueológica a las 4 am para vivir la «experiencia de la salida del sol», entre gritos de monos aulladores y las numerosas aves, un paseo improvisado hacia un pantano donde puedes ver cocodrilos en su ambiente natural, degustar deliciosa cocina local y batidos de plátano / fresa, como me gustan… muchas gracias a todos ustedes, que ha sido una experiencia maravillosa.
En las orillas del lago Petén Itzá
He regresado de Tikal para conocer a Edmundo, el dueño del hotel, y me quedo con 2 días en su segundo hotel, el cual se encuentra ubicado en Santa Elena, justamente al lado de la pequeña y encantadora isla Flores, en el lago Petén Itzá.
Edmundo ahora está cargo del hotel Tikal (de 13 habitaciones), mientras que su hermana está a cargo del de Santa Elena. Desde niños, Edmundo y Natalia crecieron dentro de la aldea Tikal. Luego Edmundo fue a Inglaterra a estudiar administración de empresas, viajó por el mundo, y regresó a establecerse en Santa Elena. Pasé dos grandiosos días con Edmundo en Santa Elena. Durante el día trabajamos, y por la noche vamos a cenar y comemos especialidades locales: el pescado blanco del lago, plátanos fritos con miel, o incluso los shots de ron locales. También pasamos tiempo con mi amigo francés Guillaume, que también está cerca. Como ya he dicho, seguiremos con Guillaume, así que probablemente le encontraremos a menudo :-).
Y sólo es el principio…
Durante el día, ayudo a Edmundo y Laryssa (quien está a cargo de las reservas). Les muestro el SPM / gestor de canales de soluciones existentes, el cual podría ayudarles a mejorar la gestión (con la ayuda de mi amigo irlandés Ben, desde la distancia). Sugiero algunas actividades para ofrecer con el fin de ampliar la duración de la estancia los huéspedes, así como algunas prácticas sostenibles registradas en Hopineo en las que podrían inspirarse.
Desde que Tikal fue clasificado como parque nacional, no es posible la construcción de nuevas instalaciones. Sólo hay 3 pequeños hoteles ubicados en la entrada del parque de Tikal (incluyendo el Jaguar Inn), y el lugar está recibiendo más visitantes cada año. Por lo tanto, Edmundo está asentado en un tesoro. Hasta ahora, el hotel cuenta con una calificación de 3 estrellas, con tasas promedio alrededor de 80 dólares por noche. La idea es posicionar al hotel hacia el segmento de mercado eco-turístico, pero también, a futuro por qué no, tratar de convertirlo en un hotel-boutique de 4 o 5 estrellas (¿cómo Ka’ana Resort en Belice?). Esto implicaría inversiones importantes, pero también hay una oportunidad que aprovechar… ¿nos vemos en 5 años Edmundo?
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Traducción de Lorena Ascanio